miércoles, 11 de mayo de 2011

Que no, señorita

-Médico, médico, doctor,
Ayúdeme por favor,
que mi niño se desangra,
mucha sangre alrededor.
-Cámese señora,
Y dígame dónde está.
Que si sigue con lloriqueos
su hijo se desangrará.
-Es usted un capullo,
no es hombre, es mujer.
-Lo siento señora,
Yo la curaré.

Ella me llevare
Al sitio de la niña.
Ahí no había nadie.
A imaginación se debería.

-Pero ayúdela hombre,
Que rabiando está.
-No, pero mujer,
si aquí no hay nadie más.
Sólo nosotros dos.
-Eso es lo que quería.
Béseme con pasión.
Que creo que tengo
enfermo el corazón.

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